El Sueño De EASVVE
miércoles, 3 de junio de 2015
martes, 2 de junio de 2015
jueves, 30 de abril de 2015
lunes, 7 de enero de 2013
El sueño de EASVVE 2 paginas 133-139
Mi “espejo”
encendió el ordenador y empezó a hablar con él. El ordenador, formo una
rudimentaria cara de león en la pantalla a base de cuadrados y le dijo que él
no había fallado en nada.
Entre
Paula, Jose Ramón y mi espejo, intentaron manualmente comprobar si lo que decía
el león eléctrico era cierto, en unas pantallas, llenas de códigos indescifrables
que subían y bajaban de forma molesta.
Mientras, ellos tecleaban nuevos códigos o copiaban y reducían táctilmente otros nuevos pasándoselos por el aire de una pantalla a otra, yo me fije en un libro rojo
que había en una vitrina.
-Eva! –Grite abriendo una copia
electrónica de aquel libro en una cuarta pantalla, en el mismo cristal de la
vitrina.
-Qué? - Me respondió ella
abriendo una quinta pantalla.
-Dijeron que la nave se paró así
tal cual, ¿no?-Dije consultando un apartado especifico de aquel libro rojo.
-Si, así tal cual...-dijo
encogiéndose de hombros...
-Entonces es que se le ha
acabado la gasolina...-dije naturalmente mientras seleccionaba un trozo de
texto y lo lanzaba por el aire hacia la pantalla de mi “espejo”.- Abel, te lo
envío.
Abel, mi otro yo del mundo
imaginario miro de forma rápida el texto que le había enviado y tecleo encima
una serie de códigos que no logre entender. José Ramón, cerró todos sus textos, miró en el contador del panel principal de la nave y... era cierto, se le había
acabado la gasolina.
-Pues
habrá que ir por más en cuanto atravesemos la Gran Muralla.- Respondió José
Ramón. – Pero va ser complicado de encontrar gasolina en este tiempo.
-Cuando
le medio-robamos a Paula la nave, pensamos que le habíamos robado una más
moderna.- Se quejó mi espejo.- Las naves de último modelo ya no necesitan
gasolina, ni gases, ni… funcionan casi por si solas.
-Pero yo
no tengo constancia de que me falte ninguna nave. Me hubiera enterado!-Protestó
Paula.- Soy una gran Maga negra! Se donde esta hasta el mínimo gramo de polvo
en miles de Kilómetros a la redonda.
-Ya…
ahora. Pero para irlo a buscar a él.-
Dijo Xacisso señalándome.- tuvimos que robarte una nave del año en donde
apresaste a mi hermano. No sabíamos que tú también ibas a venir con Fanny. Se
supone que estabais preparando su nueva Coronación, ahora que al fin puede
reaparecer delante de su pueblo.
-Ohhh
dios mio.-Dijo Paula mirando al vacio entre Xacisso y ella. Después se volvió
hacia mi.- Una vez que lleguemos a Nuestro planeta te dejaremos solo antes de
los previsto.
-Por que?
Que ha pasado?-Dije yo mirando para ella con rostro asustado.
-Xacisso
ha cometido un pequeño error que tenemos que solucionar de forma inmediata.-Me
dijo Paula intentado disimular una sonrisa.- Digamos que hemos dejado en tu
mundo…
-¡La otra
nave!-Respondieron el resto de los presentes en la sala.
Todos
los presentes en la sala quedaron mirando fijamente para Xacisso. Y Xacisso
intentó quejarse señalando de forma inmediata a la pequeña Marianna, que hizo
pucheritos y bajó la cabeza.
-Ssss
Ni se te ocurra decir eso, Xacisso!-Le dijo Alicia desde la otra habitación.-
Es más, ya la estaban buscándola Sonia, Nieves, Sandra y esa chica “que no se
puede mencionar delante de ella” y que ahora está prometida contigo.
-Está
bien, pon la E.A. para casos de emergencia... y vuelve a encender los habitáculos
de hibernación.-Suspiro Paula para sus adentros.- De todas formas no podemos
volver sin una segunda o tercera..
De
repente Paula se paró en seco, se levantó de la silla en donde estaba sentada y
miro para Marisol con los ojos llenos de sorpresa. Empezó a repasar mentalmente
a todos los que estaban en la nave y se paró sobretodo, en la habitación donde
estaba escondida la que se suponía, era la versión adulta de la pequeña Marianna
y que procupraba no cruzarse con su versión más joven.
-Ooohhh,
Vale! Necesitamos al menos diez naves. Dijo al fin.
-Diez
naves? Por qué? –Protesto Xacisso de nuevo.- Solo hace falta una para
recogerlos a todos y después volver.
-SI, lo
sé, lo sé!… lo que no sabía era porque cada uno era de una edad diferente a la
que conocía.- Dijo sentándose de nuevo en la silla.
-Entonces
una vez que se ha descubierto puedo dejar ya de esconderme?- Dijo una voz desde
dentro.
De
repente, la habitación se abrió y apareció aquella chica del parque. La que me
había dicho donde estaba la pequeña Mariana. Me fije esta vez en el gran
parecido que tenia con Paula Fantasy, aunque tenía el pelo rubio de Marisol.
-Hola
mamá! Soy Mariana, pero no la hermana de Alicia.
-Eres…
Todos
nosotros miramos hacia aquella mujercita de unos veinte años mirar a Paula y
ponerse al lado de Marisol. Era todo muy extraño.
Según iba
pasando el tiempo empezaron a explicarme muchas cosas. Sobre todo porque me
habían encontrado por separado.
Al final
resultó que cada uno había cogido su propia nave y había iniciado su propia
búsqueda. Que algunos me encontraron y que otros se perdieron en el tiempo. Que
algunos iban a buscarme y otros a buscar a los que se habían perdido.
En
realidad Xacisso no estaba buscándome, estaba buscando a su hermano Xaponte
perdido desde hacía años en algún punto de mi planeta.
Cada uno
tenía su propia historia. Unos me habían conocido de mayor, otros de pequeño,
algunos nunca me habían visto. De los que nunca me habían visto estaba la hija
de Marisol y Paula que enviada por aquel al que llamaban E.A.S.V.V.E. fue
enviada a la tierra para que esta vez si me encontrarán a tiempo y restaurar lo
que llamó tiempo-espacio.
-Para mi
nunca fuiste mi madre, siempre fuiste mi padre.
Mataste a
tus supuestos enemigos los Ciothem convertida en aquella versión masculina llamada
Bad Fantasy.
Los mataste en aquella tormenta que rompió el barco por la mitad.
Has
gobernado con rabia y frustración por no encontrar a tu padre. Tanta que cuando
te casaste con mi madre, Marisol, ella tuvo que huir de ti y esconderse conmigo
en este mundo que consideran más real que el nuestro.
Descubriste
el engaño de tu hermano y lo buscaste sin descanso por las dimensiones
conocidas. En ese tiempo que perdiste buscándonos, nunca tuviste en las manos
el Libro de E.A.S.V.V.E. que te permitiría resucitar a tu amiga Fanny lo que te
llenó aun mas de rabia.
Mi madre
ya convertida en Gran Maga Blanca y ayudada por Eva y JohnnyScream se enfrentó
a ti y te mató aunque le costó su propia vida, la de Eva, la de JohnnyScream… y
un largo número de soldados de nombre que conocerás fácilmente.
En ese momento
la chica aquella empezó a señalar a todos los presentes en la nave:
-Alicia,
Rosa, Sonia, Abel, Jose Ramon… El propio E.A.S.V.V.E después de coronarme como
Gran Maga Neutra bajo el nombre de Bad Fantasy VI me envió al pasado y murió.
Bad
Fantasy, escuchaba aquella historia mirando a su hija sin poder contener las
lagrimas abrazada a Marisol.
Había
matado a Marisol! A Xacisso! Ella era fuerte y había gobernado con mano de
hierro, pero quería muchísimo a Eva, Fanny… Incluso recordaba cenar con Xaponte
y su mujer. Paula recordaba haber pasado ratos muy agradables mirando como la
hija que tenía con Xacisso jugaba con los hijos de Xaponte.
-Entonces
no hay tiempo que perder.- Dijo Marisol.- Pon la energía Alternativa y
pongámonos ya en rumbo. Tienes que seguir con tu misión.
Yo
después de volver a oír los motores de la nave me fui para la habitación donde
estaban los compartimientos de hibernación. Santy se metió en uno, pero yo me
tumbé en el suelo a dormir.
Me
di cuenta de que por los sueños, podría ver qué tal le iba a Xaponte y a sus
amigos... Aún Xaponte no se había unido a la resistencia, me faltaba mucho por
soñar.
Pero
Paula, según me entere después me cogió en brazos, me metió en la cámara y lo
programó.
-Nunca
entendí porqué me sacaste los poderes aquel día y estuve enfadada contigo
muchos años.- Contaba Paula al cristal que nos separaba, sentada en el borde de
mi compartimento de hibernación.- Ahora entiendo parte de la historia. Maldito
E.A.S.V.V.E. ¿Por qué estas pruebas? ¿Qué eres realmente? No sé si algún día lo
sabré. Pero tú, creador, debes de dormir, para llegar a mi mundo y enfrentarte
a mí.
Fin de la segunda parte.
© Abel Lopez Ada. Todos los derechos reservados bajo Nº registro 03/2012/740. Ampliacion de obra homónima registrada bajo Nº Reg 03/2011/1521.
El sueño de EASVVE 2 paginas 127-132
Pero
aquel contraataque no fue suficiente y Alex fue arrastrado por la fuerza del
choque hacia unas rocas donde se golpeó la cabeza quedando tendido en la arena.
Después
aquel soldado feo, agarro a la chica por el cuello y golpeo su cabeza contra
otra roca. Ella sacó su espada pero apenas pudo golpearlo con el mango para que
la soltara antes de caer también sobre la arena con la cara entre las manos.
Yo
desesperado extendí las manos hacia él y cerrando los ojos grité con fuerza.
Fue como si alguien me inyectara energía desde un lugar lejano. De repente
cuando abrí los ojos dejé de sentir la playa, la arena, el viento. Un zumbido
en los oídos, un cosquilleo creciente fue desde mi cabeza hacia mis manos. El
tiempo se detuvo quedando aquel soldado suspendido en el aire y una larga
lengua de llamas rojas salieron de mis manos hacia él.
-Lo
último que recuerdo fue verlo caer como un trapo a mis pies envuelto en llamas.-
Terminó Xacisso mientras sorbia de la taza de café de Paula.
-Lo
mataste?.-Le pregunte yo.
-Si, lo
mató, lo redujo a cenizas.-Respondió Paula acariciándole el pelo.
-Deberías
de volver a descansar.- Me dijo Eva desde mi derecha.- Por aquí todo va bien y
hasta que lleguemos a la Gran Muralla no hay necesidad de despertarse.
-Cierto,
Tus sueños pueden ser muy útiles para que
comprendas nuestra historia. -Respondió Xacisso levantándose con
dificultad de la mesa.-Paula, me ayudas?
Paula
desapareció con Xacisso de la habitación y metió a su pupilo en su cámara de
hibernación. Mientras yo hice lo propio ayudado por Eva.
-Eva!
Respondeme una cosa.- Dije desde dentro de aquel tubo acristalado antes de que
cerrara la tapa.
-Dime,
pregunta.- Dijo ella sentado se dentro del tubo a mi lado.
-Quisiste
insinuar que fui yo el que salvo a Xaponte?
-Si
claro, fuiste tú. Lo encontraste en un punto de su historia pero no te puedo
contar nada de momento. Además fue también el día en que me abandonaste por
primera vez.
-Estuve
contigo? –Dije mirándome en sus ojos.
-Sí,
estuvimos algo más de tres años juntos. Pero tuviste que marcharte.-Dijo
apenada mientras se tumbaba dentro del tubo.- Y después volvimos y volviste a
marchar. Después estuvimos otro año y te marchaste otro.
-Y porque
me fui?
-No te lo
puedo contar. Aunque algo sabrá E.A.S.V.V.E.- Respondió ella antes de
levantarse de mi lado y cerrar la tapa.
En el
otro mundo las cosas no iban bien. Xacisso no paraba de preguntar cuando le
llevarían junto a su hermano.
Encerrados
en una vieja casa de lo que parecía ser barro forrado con madera cincuenta o
más figuras discutían sobre la forma de llevar a cabo semejante rescate.
Discutían unas voces sobre otras en un caos sin sentido del que apenas pude
atender a una conversación concreta.
-Es un
imposible! –Gritaba Música.- Aunque las habilidades del pequeño Xacisso quemen
a varios soldados, allí hay miles. Por no mencionar la presencia de Marisol y
del primo de Eva, el tal JohnnyScream.
-Si
Xacisso tiene esas habilidades quizás también las tenga latentes Xaponte o su
hermano Marcos aquí presente. – Decía otra figura desde las sombras.
Yo fije
mi vista dentro de mi sueño y distinguí que era una figura femenina de pequeño
tamaño envuelta en una capa con capucha.
-No sé si
tengo esas habilidades. Tengo algunas pero no sé si esa específicamente.-Se
quejaba Marcos ante tanta presión.
-Tenemos
que intentarlo, mi hermano no puede ser dejado allí!! –gritaba entre el
murmullo de voces el pequeño Xacisso.
Yo quise
entrar más en el sueño, agarrara Xacisso de un hombro y decirle “estoy aquí, es
posible” pero algo no me dejaba. Quise gritar “Ir a por el! Se donde está”.
Pero mi
voz cayó en el vacío, a la vez que una gran fuerza magnética arrastró mi mente
de vuelta a la nave, atravesando galaxias y la Gran Muralla.
En ese momento la tapa de mi
compartimiento de hibernación se abrió de repente. Como en anteriores ocasiones
tarde un tiempo en recuperar mis movimientos aunque esta vez no conté con el
apoyo de Fanny, ni de Eva, ni de Paula.
-¡Hola hermano!- Me saludó una voz parecida a la de Jose Ramón.
-¡Hola chico! ¿Ya llegamos a tu
planeta?-Preguntó Santy incorporándose de su tubo con gran dificultad.
-Hola Santy. Jose Ramon, Abel.
–Respodió una voz femenina.- No, no hemos llegado.
-¿Y entonces?-preguntó una voz
igual a la mía mientras venia a mi nariz un gran olor a fresa y chicle.
-La programé para que nos
despertara, antes de llegar a la Gran Muralla. Pues necesitaba estar despierto
antes de pasar la Gran Muralla. La Gran Muralla, tiene muchos caminos...
-Explicó José Ramón cruzando los brazos en expresión confusa. - pero solo uno
es el correcto. Pero la nave nos despertó antes.
-Algún fallo mecanico?- Pregunte
yo mientras alguien de poca altura me daba unas gafas de sol y un vaso de
cartón con algo caliente.
-Tomate esa mezcla de vitaminas
estarás en pleno funcionamiento en poco tiempo. –Me dijo mi “espejo” Vamos
hacia la cabina del piloto.
Yo
me tomé aquel líquido que me dio la pequeña Marianna. Aquel líquido estaba
caliente pero al bajar por la garganta lo sentí frio como el hielo y de un
asqueroso sabor metálico.
Al
momento un gran flash hizo que cerrara los ojos con fuerza. Al volver a
abrirlos ya veía perfectamente sin la necesidad de las gafas de sol y podía
caminar sin apoyarme en nada.
Allí
estaba Alicia con la pequeña Marianna, mi “espejo”, Jose Ramon, Santy. Mi
“espejo” me hizo una seña: “Tú primero”
-No se el camino.- Dije.
-No
necesitas saberlo. Yo no lo sé.-Respondió José Ramón.-Utiliza tu poder de
localización.
-Está bien. -dije abriendo la
primera puerta que se me ocurrió. -Huy! Esto es un armario...
-Tiene ropa, de mi talla. -Dijo mi
“espejo” cogiendo una chaqueta a rayas marrones y blancas, al estilo de los
años cincuenta.
-Bueno cerrémosla. - Dije yo
cerrándola.- Hay cosas más importantes q hacer que coger ropa.
- Quieto. Coge alguna antes!-
Protestó José Ramón.- Es igual. Ya la cogeremos a la vuelta. Ábrela otra vez.
-Este no es el camino. Es un
armario.-Dijo Santy.
En
ese momento Paula llego a la habitación con una taza de café en la mano.
Ignorando nuestra preocupación por el estado de la nave abrió de nuevo la misma
puerta que nosotros. La única diferencia es que ahora non entró en el armario
si no en la cabina de mando de la nave.
-¿Cómo lo hiciste?-Pregunte
sorprendido.
-Tienes que tener más
imaginación.-Me dijo.-Venga, pasar.
-Yo
mejor me quedo aquí. -Respondió Santy.
-Está
bien, como quieras.-Le dijo.- Chao.
Nosotros
dejamos a Santy en la habitación de los tubos, mientras nosotros dos fuimos
hasta el teclado de mandos.
continuara...
© Abel Lopez Ada. Todos los derechos reservados bajo Nº registro 03/2012/740. Ampliacion de obra homónima registrada bajo Nº Reg 03/2011/1521.
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