lunes, 7 de enero de 2013

El sueño de EASVVE 2 paginas 133-139


Mi “espejo” encendió el ordenador y empezó a hablar con él. El ordenador, formo una rudimentaria cara de león en la pantalla a base de cuadrados y le dijo que él no había fallado en nada.

Entre Paula, Jose Ramón y mi espejo, intentaron manualmente comprobar si lo que decía el león eléctrico era cierto, en unas pantallas, llenas de códigos indescifrables que subían y bajaban de forma molesta.

Mientras, ellos tecleaban nuevos códigos o copiaban y reducían táctilmente otros nuevos pasándoselos por el aire de una pantalla a otra, yo me fije en un libro rojo que había en una vitrina.

        -Eva! –Grite abriendo una copia electrónica de aquel libro en una cuarta pantalla, en el mismo cristal de la vitrina.

        -Qué? - Me respondió ella abriendo una quinta pantalla.

        -Dijeron que la nave se paró así tal cual, ¿no?-Dije consultando un apartado especifico de aquel libro rojo.

        -Si, así tal cual...-dijo encogiéndose de hombros...

        -Entonces es que se le ha acabado la gasolina...-dije naturalmente mientras seleccionaba un trozo de texto y lo lanzaba por el aire hacia la pantalla de mi “espejo”.- Abel, te lo envío.

        Abel, mi otro yo del mundo imaginario miro de forma rápida el texto que le había enviado y tecleo encima una serie de códigos que no logre entender. José Ramón, cerró todos sus textos, miró en el contador del panel principal de la nave y... era cierto, se le había acabado la gasolina.

        -Pues habrá que ir por más en cuanto atravesemos la Gran Muralla.- Respondió José Ramón. – Pero va ser complicado de encontrar gasolina en este tiempo.

-Cuando le medio-robamos a Paula la nave, pensamos que le habíamos robado una más moderna.- Se quejó mi espejo.- Las naves de último modelo ya no necesitan gasolina, ni gases, ni… funcionan casi por si solas.

-Pero yo no tengo constancia de que me falte ninguna nave. Me hubiera enterado!-Protestó Paula.- Soy una gran Maga negra! Se donde esta hasta el mínimo gramo de polvo en miles de Kilómetros a la redonda.

-Ya… ahora. Pero para irlo a buscar a él.- Dijo Xacisso señalándome.- tuvimos que robarte una nave del año en donde apresaste a mi hermano. No sabíamos que tú también ibas a venir con Fanny. Se supone que estabais preparando su nueva Coronación, ahora que al fin puede reaparecer delante de su pueblo.

-Ohhh dios mio.-Dijo Paula mirando al vacio entre Xacisso y ella. Después se volvió hacia mi.- Una vez que lleguemos a Nuestro planeta te dejaremos solo antes de los previsto.

-Por que? Que ha pasado?-Dije yo mirando para ella con rostro asustado.

-Xacisso ha cometido un pequeño error que tenemos que solucionar de forma inmediata.-Me dijo Paula intentado disimular una sonrisa.- Digamos que hemos dejado en tu mundo…

-¡La otra nave!-Respondieron el resto de los presentes en la sala.

        Todos los presentes en la sala quedaron mirando fijamente para Xacisso. Y Xacisso intentó quejarse señalando de forma inmediata a la pequeña Marianna, que hizo pucheritos y bajó la cabeza.

        -Ssss Ni se te ocurra decir eso, Xacisso!-Le dijo Alicia desde la otra habitación.- Es más, ya la estaban buscándola Sonia, Nieves, Sandra y esa chica “que no se puede mencionar delante de ella” y que ahora está prometida contigo.

-Está bien, pon la E.A. para casos de emergencia... y vuelve a encender los habitáculos de hibernación.-Suspiro Paula para sus adentros.- De todas formas no podemos volver sin una segunda o tercera..

De repente Paula se paró en seco, se levantó de la silla en donde estaba sentada y miro para Marisol con los ojos llenos de sorpresa. Empezó a repasar mentalmente a todos los que estaban en la nave y se paró sobretodo, en la habitación donde estaba escondida la que se suponía, era la versión adulta de la pequeña Marianna y que procupraba no cruzarse con su versión más joven.

-Ooohhh, Vale! Necesitamos al menos diez naves. Dijo al fin.

-Diez naves? Por qué? –Protesto Xacisso de nuevo.- Solo hace falta una para recogerlos a todos y después volver.

-SI, lo sé, lo sé!… lo que no sabía era porque cada uno era de una edad diferente a la que conocía.- Dijo sentándose de nuevo en la silla.

-Entonces una vez que se ha descubierto puedo dejar ya de esconderme?- Dijo una voz desde dentro.

De repente, la habitación se abrió y apareció aquella chica del parque. La que me había dicho donde estaba la pequeña Mariana. Me fije esta vez en el gran parecido que tenia con Paula Fantasy, aunque tenía el pelo rubio de Marisol.

-Hola mamá! Soy Mariana, pero no la hermana de Alicia.

-Eres…

Todos nosotros miramos hacia aquella mujercita de unos veinte años mirar a Paula y ponerse al lado de Marisol. Era todo muy extraño.

Según iba pasando el tiempo empezaron a explicarme muchas cosas. Sobre todo porque me habían encontrado por separado.

Al final resultó que cada uno había cogido su propia nave y había iniciado su propia búsqueda. Que algunos me encontraron y que otros se perdieron en el tiempo. Que algunos iban a buscarme y otros a buscar a los que se habían perdido.

En realidad Xacisso no estaba buscándome, estaba buscando a su hermano Xaponte perdido desde hacía años en algún punto de mi planeta.

Cada uno tenía su propia historia. Unos me habían conocido de mayor, otros de pequeño, algunos nunca me habían visto. De los que nunca me habían visto estaba la hija de Marisol y Paula que enviada por aquel al que llamaban E.A.S.V.V.E. fue enviada a la tierra para que esta vez si me encontrarán a tiempo y restaurar lo que llamó tiempo-espacio.

-Para mi nunca fuiste mi madre, siempre fuiste mi padre.

Mataste a tus supuestos enemigos los Ciothem convertida en aquella versión masculina llamada Bad Fantasy.

Los mataste en aquella tormenta que rompió el barco por la mitad.

Has gobernado con rabia y frustración por no encontrar a tu padre. Tanta que cuando te casaste con mi madre, Marisol, ella tuvo que huir de ti y esconderse conmigo en este mundo que consideran más real que el nuestro.




Descubriste el engaño de tu hermano y lo buscaste sin descanso por las dimensiones conocidas. En ese tiempo que perdiste buscándonos, nunca tuviste en las manos el Libro de E.A.S.V.V.E. que te permitiría resucitar a tu amiga Fanny lo que te llenó aun mas de rabia.

Mi madre ya convertida en Gran Maga Blanca y ayudada por Eva y JohnnyScream se enfrentó a ti y te mató aunque le costó su propia vida, la de Eva, la de JohnnyScream… y un largo número de soldados de nombre que conocerás fácilmente.




En ese momento la chica aquella empezó a señalar a todos los presentes en la nave:

-Alicia, Rosa, Sonia, Abel, Jose Ramon… El propio E.A.S.V.V.E después de coronarme como Gran Maga Neutra bajo el nombre de Bad Fantasy VI me envió al pasado y murió.

Bad Fantasy, escuchaba aquella historia mirando a su hija sin poder contener las lagrimas abrazada a Marisol.

Había matado a Marisol! A Xacisso! Ella era fuerte y había gobernado con mano de hierro, pero quería muchísimo a Eva, Fanny… Incluso recordaba cenar con Xaponte y su mujer. Paula recordaba haber pasado ratos muy agradables mirando como la hija que tenía con Xacisso jugaba con los hijos de Xaponte.

-Entonces no hay tiempo que perder.- Dijo Marisol.- Pon la energía Alternativa y pongámonos ya en rumbo. Tienes que seguir con tu misión.

Yo después de volver a oír los motores de la nave me fui para la habitación donde estaban los compartimientos de hibernación. Santy se metió en uno, pero yo me tumbé en el suelo a dormir.

        Me di cuenta de que por los sueños, podría ver qué tal le iba a Xaponte y a sus amigos... Aún Xaponte no se había unido a la resistencia, me faltaba mucho por soñar.

        Pero Paula, según me entere después me cogió en brazos, me metió en la cámara y lo programó.




        -Nunca entendí porqué me sacaste los poderes aquel día y estuve enfadada contigo muchos años.- Contaba Paula al cristal que nos separaba, sentada en el borde de mi compartimento de hibernación.- Ahora entiendo parte de la historia. Maldito E.A.S.V.V.E. ¿Por qué estas pruebas? ¿Qué eres realmente? No sé si algún día lo sabré. Pero tú, creador, debes de dormir, para llegar a mi mundo y enfrentarte a mí.


Fin de la segunda parte.

© Abel Lopez Ada. Todos los derechos reservados bajo Nº registro 03/2012/740. Ampliacion de obra homónima registrada bajo Nº Reg 03/2011/1521.


El sueño de EASVVE 2 paginas 127-132


Pero aquel contraataque no fue suficiente y Alex fue arrastrado por la fuerza del choque hacia unas rocas donde se golpeó la cabeza quedando tendido en la arena.

Después aquel soldado feo, agarro a la chica por el cuello y golpeo su cabeza contra otra roca. Ella sacó su espada pero apenas pudo golpearlo con el mango para que la soltara antes de caer también sobre la arena con la cara entre las manos.

Yo desesperado extendí las manos hacia él y cerrando los ojos grité con fuerza. Fue como si alguien me inyectara energía desde un lugar lejano. De repente cuando abrí los ojos dejé de sentir la playa, la arena, el viento. Un zumbido en los oídos, un cosquilleo creciente fue desde mi cabeza hacia mis manos. El tiempo se detuvo quedando aquel soldado suspendido en el aire y una larga lengua de llamas rojas salieron de mis manos hacia él.

-Lo último que recuerdo fue verlo caer como un trapo a mis pies envuelto en llamas.- Terminó Xacisso mientras sorbia de la taza de café de Paula.

-Lo mataste?.-Le pregunte yo.

-Si, lo mató, lo redujo a cenizas.-Respondió Paula acariciándole el pelo.

-Deberías de volver a descansar.- Me dijo Eva desde mi derecha.- Por aquí todo va bien y hasta que lleguemos a la Gran Muralla no hay necesidad de despertarse.

-Cierto, Tus sueños pueden ser muy útiles para que  comprendas nuestra historia. -Respondió Xacisso levantándose con dificultad de la mesa.-Paula, me ayudas?

Paula desapareció con Xacisso de la habitación y metió a su pupilo en su cámara de hibernación. Mientras yo hice lo propio ayudado por Eva.

-Eva! Respondeme una cosa.- Dije desde dentro de aquel tubo acristalado antes de que cerrara la tapa.

-Dime, pregunta.- Dijo ella sentado se dentro del tubo a mi lado.

-Quisiste insinuar que fui yo el que salvo a Xaponte?

-Si claro, fuiste tú. Lo encontraste en un punto de su historia pero no te puedo contar nada de momento. Además fue también el día en que me abandonaste por primera vez.

-Estuve contigo? –Dije mirándome en sus ojos.

-Sí, estuvimos algo más de tres años juntos. Pero tuviste que marcharte.-Dijo apenada mientras se tumbaba dentro del tubo.- Y después volvimos y volviste a marchar. Después estuvimos otro año y te marchaste otro.

-Y porque me fui?

-No te lo puedo contar. Aunque algo sabrá E.A.S.V.V.E.- Respondió ella antes de levantarse de mi lado y cerrar la tapa.

Mi mente voló una vez más hacia el otro lado de la gran muralla cósmica.



En el otro mundo las cosas no iban bien. Xacisso no paraba de preguntar cuando le llevarían junto a su hermano.

Encerrados en una vieja casa de lo que parecía ser barro forrado con madera cincuenta o más figuras discutían sobre la forma de llevar a cabo semejante rescate. Discutían unas voces sobre otras en un caos sin sentido del que apenas pude atender a una conversación concreta.

-Es un imposible! –Gritaba Música.- Aunque las habilidades del pequeño Xacisso quemen a varios soldados, allí hay miles. Por no mencionar la presencia de Marisol y del primo de Eva, el tal JohnnyScream.

-Si Xacisso tiene esas habilidades quizás también las tenga latentes Xaponte o su hermano Marcos aquí presente. – Decía otra figura desde las sombras.

Yo fije mi vista dentro de mi sueño y distinguí que era una figura femenina de pequeño tamaño envuelta en una capa con capucha.

-No sé si tengo esas habilidades. Tengo algunas pero no sé si esa específicamente.-Se quejaba Marcos ante tanta presión.

-Tenemos que intentarlo, mi hermano no puede ser dejado allí!! –gritaba entre el murmullo de voces el pequeño Xacisso.

Yo quise entrar más en el sueño, agarrara Xacisso de un hombro y decirle “estoy aquí, es posible” pero algo no me dejaba. Quise gritar “Ir a por el! Se donde está”.

Pero mi voz cayó en el vacío, a la vez que una gran fuerza magnética arrastró mi mente de vuelta a la nave, atravesando galaxias y la Gran Muralla.

        En ese momento la tapa de mi compartimiento de hibernación se abrió de repente. Como en anteriores ocasiones tarde un tiempo en recuperar mis movimientos aunque esta vez no conté con el apoyo de Fanny, ni de Eva, ni de Paula.

        -¡Hola hermano!- Me saludó una voz parecida a la de Jose Ramón.

        -¡Hola chico! ¿Ya llegamos a tu planeta?-Preguntó Santy incorporándose de su tubo con gran dificultad.

        -Hola Santy. Jose Ramon, Abel. –Respodió una voz femenina.- No, no hemos llegado.

        -¿Y entonces?-preguntó una voz igual a la mía mientras venia a mi nariz un gran olor a fresa y chicle.

        -La programé para que nos despertara, antes de llegar a la Gran Muralla. Pues necesitaba estar despierto antes de pasar la Gran Muralla. La Gran Muralla, tiene muchos caminos... -Explicó José Ramón cruzando los brazos en expresión confusa. - pero solo uno es el correcto. Pero la nave nos despertó antes.

        -Algún fallo mecanico?- Pregunte yo mientras alguien de poca altura me daba unas gafas de sol y un vaso de cartón con algo caliente.

        -Tomate esa mezcla de vitaminas estarás en pleno funcionamiento en poco tiempo. –Me dijo mi “espejo” Vamos hacia la cabina del piloto.

        Yo me tomé aquel líquido que me dio la pequeña Marianna. Aquel líquido estaba caliente pero al bajar por la garganta lo sentí frio como el hielo y de un asqueroso sabor metálico.

        Al momento un gran flash hizo que cerrara los ojos con fuerza. Al volver a abrirlos ya veía perfectamente sin la necesidad de las gafas de sol y podía caminar sin apoyarme en nada.

        Allí estaba Alicia con la pequeña Marianna, mi “espejo”, Jose Ramon, Santy. Mi “espejo” me hizo una seña: “Tú primero”

        -No se el camino.- Dije.

-No necesitas saberlo. Yo no lo sé.-Respondió José Ramón.-Utiliza tu poder de localización.

        -Está bien. -dije abriendo la primera puerta que se me ocurrió. -Huy! Esto es un armario...

        -Tiene ropa, de mi talla. -Dijo mi “espejo” cogiendo una chaqueta a rayas marrones y blancas, al estilo de los años cincuenta.

        -Bueno cerrémosla. - Dije yo cerrándola.- Hay cosas más importantes q hacer que coger ropa.

        - Quieto. Coge alguna antes!- Protestó José Ramón.- Es igual. Ya la cogeremos a la vuelta. Ábrela otra vez.

        -Este no es el camino. Es un armario.-Dijo Santy.

        En ese momento Paula llego a la habitación con una taza de café en la mano. Ignorando nuestra preocupación por el estado de la nave abrió de nuevo la misma puerta que nosotros. La única diferencia es que ahora non entró en el armario si no en la cabina de mando de la nave.

        -¿Cómo lo hiciste?-Pregunte sorprendido.

        -Tienes que tener más imaginación.-Me dijo.-Venga, pasar.

        -Yo mejor me quedo aquí. -Respondió Santy.

        -Está bien, como quieras.-Le dijo.- Chao.

        Nosotros dejamos a Santy en la habitación de los tubos, mientras nosotros dos fuimos hasta el teclado de mandos.

continuara...

© Abel Lopez Ada. Todos los derechos reservados bajo Nº registro 03/2012/740. Ampliacion de obra homónima registrada bajo Nº Reg 03/2011/1521.